También los Abogados nos equivocamos y estamos obligados, por ello, a indemnizar a nuestros clientes si les causamos un perjuicio. No podemos garantizar nunca el éxito de nuestras gestiones, pero debemos buscar siempre las mejores vías para conseguirlo e informar de modo veraz a nuestros defendidos sobre las posibilidades de sus pretensiones y las diferentes alternativas.
En este supuesto una persona acudió a nuestro despacho porque había tenido una mala experiencia en un procedimiento judicial dirigido por un Letrado que, a la postre, le había supuesto el pago de 4.000,00 € en gastos de Abogado y Procurador tras más de un año de incertidumbres y sin obtener el resultado apetecido.
Estudiado el asunto, entendimos que existía una errónea actuación del Abogado al elegir el procedimiento y una falta de información sobre el riesgo de perder el asunto (como sucedió) y ser condenado en costas.
Finalmente, la Aseguradora de la responsabilidad civil del Abogado ha indemnizado a la cliente de nuestro despacho con el importe de dichas costas, porque, gracias a un buen análisis llevado a cabo desde este despacho, se concluyó que, efectivamente, el procedimiento elegido por el Abogado en cuestión había sido equivocado y, además, no había informado previamente a su cliente de las consecuencias que podría acarrear la pérdida del juicio.
Otra satisfacción para nuestro despacho.